Mi lugar (Nathalie K.)

La inauguración
Como se ha dicho, el 17 de julio de 1928 se inauguró el paseo con la presencia del Presidente Marcelo T. de Alvear, el intendente municipal Horacio Casco, varios funcionarios públicos y los representantes de diversas sociedades de fomento y vecinos. El acto se inició con los acordes de la marcha Ituzaingó, ejecutada por la Banda Municipal y continuó con las palabras del Intendente. Este elogió las tareas realizadas por el Departamento de Obras Públicas por haber convertido el predio, en estado selvático, en una moderna y alegre plaza. Continuaron el señor Ricardo V.
Muscio en nombre del Consejo Deliberante y, finalmente, el mismo Alvear. Por la tarde, la banda ofreció un concierto que fue muy concurrido por los vecinos del barrio.El 19 de julio de 1931 la colectividad catalana donó una escultura consistente en una mujer desnuda sacando agua de un pilón, obra del artista barcelonés José Llimona. En el acto, donde una banda interpretó los acordes del Himno Nacional y algunas tradicionales melodías catalanas, habló el ingeniero Canals en nombre de la colectividad. Fue respondido por el Prosecretario General de la Comuna, el señor Bary, agradeciendo la donación. Esta escultura fue expuesta en el Parque hasta el año 1971, no sin sufrir los atentados a los que nuestros monumentos acostumbran. Ese año el sacerdote Fernando Carballo, de la iglesia de Santa María, y otras asociaciones religiosas consiguieron su traslado a la Plaza San Martín, por considerarla inadecuada y chocante, máxime si en la cercanía existía otra escultura de la Virgen de Luján...

Yo elegì el parque rivadavia por que me parece un lugar muy alegre,donde podes descansar, comprar, jugar, etc. Yo voy muy seguido conmis amigas y la paso muy bien.

Poesía:
El parque Rivadavia,
lugar de ensueños,
de coloridos follajes,
de risas y momentos plenos.
Encuentros romantico,
y también desencuentros,
paseos matinales,
y mágicos momento
Paseos de los infantes,
y también de los abuelos,
la calesita a pleno,
nos regala su música en el tiempo.
Inumerables puestos,
van formando laberintos,
de añejos libros,
y también de nuevos.
Todo esto,
son vistas del parque Rivadavia,
que embellecen nuestra mirada,
y también cultivan nuestra alma.

Fotografía satelital: (No me deja subirla)